Los beneficios del consumo de pescado para la salud son superiores a sus riesgos y, por el contrario, una ingesta escasa de estos alimentos puede tener consecuencias negativas y desequilibrar la dieta. Esta es la conclusión extraída del I Simposio Nacional de Ciencia, Pescado y Salud, en el que especialistas en nutrición, medicina y veterinaria compararon las ventajas e inconvenientes del pescado y marisco.
Durante el encuentro, organizado por Cepesca, con el apoyo del FROM, Isabel Hernández, secretaria general del FROM, explicó que en la "ecuación beneficio versus riesgo, gana el beneficio". Según las conclusiones del Simposio, entre los consumidores de pescado hay un 25 por ciento menos de muertes por cualquier causa y una incidencia menor de episodios de paro cardiaco, arritmias o de cánceres de riñón, próstata y colon.
Hernández y otros ponentes reconocieron que en el pescado existen contaminantes, como el mercurio, pero también otros elementos químicos que lo "contrarrestan", como el selenio, que se encuentra en las aguas y que es positivo en la dieta. Además, el pescado y marisco contienen Omega 3, proteínas y vitaminas y, según los expertos, cumplen un papel en la alimentación que no suplen otros productos, por lo que su consumo escaso sí puede perjudicar al desarrollo de los niños o provocar enfermedades.
La responsable del FROM señaló que es necesario evaluar cómo actúan los contaminantes teniendo en cuenta la especificidades de cada especie, otras variables que influyen en la dieta y, sobre todo, el efecto en poblaciones más sensibles como las mujeres embarazadas o los niños pequeños. Y aseguró que no es bueno "lanzar alarmas innecesarias que disminuyan el consumo".
Además, durante el encuentro se recordó que el aporte de proteínas del pescado es superior al de la carne y se destacaron su bajo contenido en sodio y sus propiedades contra las enfermedades cardiovasculares, acreditadas por organismos internacionales como la FAO o la OMS.
Durante el encuentro, organizado por Cepesca, con el apoyo del FROM, Isabel Hernández, secretaria general del FROM, explicó que en la "ecuación beneficio versus riesgo, gana el beneficio". Según las conclusiones del Simposio, entre los consumidores de pescado hay un 25 por ciento menos de muertes por cualquier causa y una incidencia menor de episodios de paro cardiaco, arritmias o de cánceres de riñón, próstata y colon.
Hernández y otros ponentes reconocieron que en el pescado existen contaminantes, como el mercurio, pero también otros elementos químicos que lo "contrarrestan", como el selenio, que se encuentra en las aguas y que es positivo en la dieta. Además, el pescado y marisco contienen Omega 3, proteínas y vitaminas y, según los expertos, cumplen un papel en la alimentación que no suplen otros productos, por lo que su consumo escaso sí puede perjudicar al desarrollo de los niños o provocar enfermedades.
La responsable del FROM señaló que es necesario evaluar cómo actúan los contaminantes teniendo en cuenta la especificidades de cada especie, otras variables que influyen en la dieta y, sobre todo, el efecto en poblaciones más sensibles como las mujeres embarazadas o los niños pequeños. Y aseguró que no es bueno "lanzar alarmas innecesarias que disminuyan el consumo".
Además, durante el encuentro se recordó que el aporte de proteínas del pescado es superior al de la carne y se destacaron su bajo contenido en sodio y sus propiedades contra las enfermedades cardiovasculares, acreditadas por organismos internacionales como la FAO o la OMS.
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